Dinámicas del territorio y las comunidades que habitan dentro de él.
Por: Camila Páez y David Cano - UPB
La Comuna 7 ubicada en la zona noroccidental de la ciudad de Medellín y conformada por 25 barrios, es un territorio con población diversa, proveniente de diferentes lugares de la región y en el cual habitan diferentes comunidades indígenas.
Aunque no muy visibles ni reconocidas, Robledo es el territorio con la mayor cantidad de población indígena de la ciudad; entre ellos se encuentra la comunidad Zenú, la comunidad Inga y la comunidad Embera que está dividida en tres subgrupos que son: los Embera Dobida, Embera Eyabida y Embera Chamí, esta última, la de mayor presencia en la comuna.
Su asentamiento cultural se ve reflejado en las diferentes actividades y talleres en los que participan enseñando su música, sus danzas, sus habilidades con el tejido, sus trajes y comidas típicas. Además, algunas de estas comunidades se caracterizan por su conocimiento en la medicina natural o ancestral que les permiten ayudar a algunos habitantes del territorio que acuden a ellos.
Gracias a esos espacios generados por los gobernadores de los cabildos indígenas, las juntas de acción comunal y las parroquias de la comuna, que fomentan la participación e integración de los habitantes, la apropiación del territorio por parte de estas comunidades ha sido notoria, aunque se sigue trabajando en conjunto con la Alcaldía de Medellín, para que cada vez sean más las dinámicas de inclusión en el territorio.
Comunidad Zenú
Su nombre significa “La gente de la palabra”. Los sinú, zenú o cenú son un pueblo indígena de Colombia, cuyo territorio ancestral está constituido por los valles del río Sinú, y se encuentran en varios asentamientos pequeños en Sucre, Antioquia, y Chocó.
Sus prácticas culturales giran en torno al intercambio comercial y económico con la producción de alimentos, tejidos y elementos de orfebrería. También se caracterizan por el conocimiento de la medicina ancestral trasmitido de generación en generación. Los instrumentos más tradicionales son el cacho que se hace de un cuerno de res, el chúa que es un caracol marino y el pito atravesado o millo. Además, uno de los símbolos de la etnia, es el sombrero vueltiao, los canastos y accesorios a base de bejucos, iraca, enea y junco.
Comunidad Inga
Su nombre significa "pueblo viajero". Son considerados médicos tradicionales y poseedores de un gran conocimiento de las plantas. El yagé, la planta que manejan en diferentes formas, es considerado como el medio a través del cual se revela el mundo terrenal y espiritual de la inga y el kamëntsá. Sus principales rasgos culturales provienen de una tradición viajera y un espíritu comerciante, sus costumbres, bailes y tejidos.
Los miembros de esta comunidad se sitúan en el centro urbano de la ciudad, donde lograron consolidar bases comerciales y culturales muy fuertes, sin abandonar su territorio ancestral, al que regresan periódicamente para celebrar fechas tradicionales como el Atun Puncha (año nuevo) o el día de las animas.
Comunidad Embera
Su nombre significa "Gente". Son nativos y conocidos como los indígenas del chocó. Sus instrumentos musicales tradicionales son el tambor, la flauta, el capador, la trompeta y la guitarra. Sus trajes, cantos, instrumentos, danzas y la pintura corporal son utilizadas de acuerdo con cada celebración. La pintura es un elemento de vital importancia dentro de su cultura, ya que les permite establecer una identidad y su vestuario se caracteriza por los collares de chaquiras, semillas, dientes, aretes, pulseras, coronas y flores.