Comunidad Inga: Identidad y Memoria

Diversidad y apropiación cultural en la comuna 7.
Foto: Archivo del cabildo Inga

Diversidad y apropiación cultural en la comuna 7. 

Por: Camila Páez y David Cano - UPB


Hace más de 40 años y en busca de nuevas oportunidades, llegó a Robledo una familia de la comunidad indígena Inga huyendo del conflicto armado que se vivía en el Putumayo de donde son originarios y donde actualmente se concentra la mayor parte de Inganos.


Luego de esta familia, continuaron llegando al territorio de la comuna 7 más indígenas, especificamente al barrio que en ese momento era conocido como “el barrio de los negritos” ya que no vivían personas de tez blanca ahí, generalmente personas provenientes del departamento de Choco.


Esperanza Cuatindioy, una de las primeras personas en llegar a la comuna y a quien dentro de su comunidad llaman “mayora o mamá Esperanza” recuerda con mucho amor y nostalgia como era el territorio cuando ellos llegaron a habitarlo, pues lo primero que se le viene a la mente es el recuerdo de muy pocas casas y mucho rastrojo alrededor.


El territorio donde mamá Esperanza ha vivido desde que llego a Medellín y donde los Inganos han podido llegar y construir un hogar, no es ni la mitad de lo que ella conoció, pues ha sido testigo de la evolución y los avances del sector, como la construcción del colegio, la construcción de carreteras, casas y edificios a su alrededor y los diferentes espacios de recreación y cultura que se encuentran hoy en la comuna 7.


De acuerdo con el último censo realizado por la gobernadora del cabildo Inga, Isabel Jansasoy, en el territorio habitan alrededor de 62 personas, ubicadas entre los barrios Jorge Eliecer Gaitán y Aures. Aunque la comunidad indígena Inga no es la que mayor presencia tiene en el territorio, sí es la más fuerte culturalmente gracias a las diferentes actividades y talleres que realizan con la comunidad de Robledo.


En la acción comunal se realizan talleres de artes culturales, en el que, los jóvenes y adultos de la comunidad Inga, les enseñan a los habitantes, en especial a las mujeres y niños a tejer sus artesanías tradicionales, al mismo tiempo, el padre de la Parroquia Santo Ecce Homo, invita a los niños de la comunidad Inga para que participen de las actividades culturales, y les enseñen sus danzas e instrumentos a los demás niños del territorio.


Los Inganos son reconocidos por algunos habitantes de la comuna, por su tradicional celebración del Atun Puncha, que es el ritual del año nuevo o el Día Grande del Perdón y la Reconciliación. Esta fecha se celebra en el mes de abril, en la acción comunal, haciendo uso de los trajes y comidas típicas de la comunidad Inga, también se tocan los instrumentos musicales más tradicionales como el cascabel, la flauta, el bombo, el bututu, la armónica y el rondador, acompañados de bailes, cantos y versos alusivos.


Durante esta celebración, vecinos, habitantes de la comuna y de otros territorios, se acercan a participar del ritual, toman fotos del altar que construyen los mismos Inganos con Hortensias coloridas y prueban algunas de las comidas típicas como el mote, la Joshua o chicha y su colada típica hecha con tomates de árbol.


Los Inganos también se destacan por sus conocimientos medicinales y prácticas espirituales, lo que ha permitido un encuentro diverso en el territorio, una experiencia armónica y significativa para los habitantes de la comuna y de otros territorios que valoran la diversidad cultural presente en nuestra ciudad.